Uno de los lugares más peligrosos para que un bebé duerma es un sofá, según un estudio reciente.
De
casi 8,000 muertes de bebés mientras dormían en Estados Unidos, los
investigadores encontraron que alrededor del 12 por ciento se
relacionaron con un sofá. Y casi tres cuartas partes de esos bebés eran
recién nacidos.
"Fue impactante que una de cada ocho muertes por
SMSL y relacionadas con el sueño en los bebés ocurriera en un sofá",
comentó el coautor del estudio, el Dr. Jeffrey Colvin, pediatra del
Hospital Pediátrico Mercy, en Kansas City. "Nadie piensa en el sofá como
un lugar en que los bebés duerman. La proporción fue muchísimo más alta
de lo que hubiera pensado".
El SMSL se refiere al síndrome de
muerte súbita del lactante, la muerte sin explicación de un bebé
aparentemente sano que ocurre mientras duerme. Alrededor de 4,000 bebés
mueren de SMSL cada año en Estados Unidos, aunque las tasas se redujeron
a la mitad en los 90 después de que los pediatras comenzaran a animar a
los padres a poner a los bebés a dormir de espaldas.
El nuevo
estudio halló que los bebés que murieron durmiendo en el sofá tenían
casi el doble de probabilidades de haber muerto de asfixia o
estrangulación que los bebés que murieron mientras dormían en otros
lugares. Entre esos bebés, el 40 por ciento murieron debido a asfixia o
estrangulación, el 36 por ciento tuvieron una causa de muerte no
determinada y el 24 por ciento murieron de SMSL.
Colvin y sus
colaboradores observaron más de 7,900 casos de muerte de bebés mientras
dormían, sobre las que se informó en un periodo de ocho años en 24
estados. Alrededor de la mitad de esas muertes ocurrieron en una cama de
adultos, y una de cada cinco ocurrió en una cuna. Pero los
investigadores se enfocaron en aproximadamente mil muertes en sofás.
Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 13 de octubre de la revista Pediatrics.
La
gran mayoría de los bebés que murieron en los sofás tenían tres meses o
menos de edad. Y varias otras características distinguieron a esas
muertes de las muertes de bebés que dormían en otras superficies, según
el informe.
Los bebés que dormían en un sofá tenían seis veces
más probabilidades de estar durmiendo en un lugar nuevo, en comparación
con los bebés que murieron en camas de adultos o en sus cunas. Esto
implica que haberse quedado dormido en el sofá podría haber sido algo
accidental, comentó la Dra. Cigal Shaham, médica encargada del Centro
Médico Cedars-Sinai, en Los Ángeles.
"Los bebés con frecuencia
terminan dormidos en el sofá porque uno de sus padres intenta darle de
comer al bebé sin molestar al otro padre, o creen que verán televisión o
harán otra cosa mientras están despiertos con el bebé a mitad de la
noche, pero se quedan dormidos sin querer por el agotamiento", planteó.
El
estudio también encontró que los bebés que murieron mientras dormían en
el sofá tenían más o menos el doble de probabilidades de estar
durmiendo con otra persona, en comparación con los que murieron mientras
dormían en otros lugares.
"En casi el 90 por ciento de las
muertes en un sofá, el bebé compartía el sofá con un adulto", señaló
Colvin. "Con tan poco espacio y la probabilidad de que el bebé se
hubiera colocado entre el adulto y los cojines traseros, no es difícil
de imaginar que un bebé podría ser asfixiado de forma accidental por el
adulto o por los cojines", señaló.
Pero en otras situaciones,
quizá los padres o cuidadores no se hayan dado cuenta de que el sofá no
es un lugar seguro para el bebé siempre y cuando estuvieran cerca.
"Quizá
intentaran trabajar, limpiar o cocinar, y creían que podían cuidar al
bebé si estaba en el sofá", dijo Shaham. "Pero el sofá es tan peligroso
para los niños porque es blando, lo que significa que pueden asfixiar
con más facilidad, y con frecuencia tiene una inclinación, de forma que
los bebés pueden ponerse de estómago, rodar entre el sofá y los cojines
traseros, o incluso rodar hasta caerse del sofá".
Los bebés que
murieron en el sofá también tenían más probabilidades de presentar otros
factores de riesgo del SMSL, o de otros tipos de muerte de bebés
mientras duermen, que los bebés que murieron en otros lugares, según el
estudio.
Por ejemplo, las madres de los bebés que murieron en los
sofás tenían alrededor de un 40 por ciento más de probabilidades de
haber fumado durante el embarazo que las madres de los bebés que
murieron en otros lugares.
Los bebés que murieron mientras
dormían en un sofá también eran más propensos a ser blancos y a que los
encontraran de costado (otro factor de riesgo del SMSL), en comparación
con los bebés que murieron en otros lugares.
"Los padres siempre
deben recordar que el SMSL puede ocurrir en cualquier momento (durante
las siestas o de noche) y que puede ocurrir en cualquier lugar, ya sea
en casa, en la guardería, o en casa de una niñera o cuidador", advirtió
Colvin. "Siempre se deben cumplir las indicaciones básicas para un sueño
seguro: el bebé siempre debe dormir solo, de espaldas y en una cuna.
Dormir solo significa que no haya otras personas, ni almohadas, mantas
ni otros objetos blandos".
Shaham sugirió que los padres
planifiquen por adelantado y reconozcan sus propias limitaciones para
evitar quedarse dormidos con el bebé accidentalmente.
"Los padres deben estar conscientes de su propio agotamiento", aconsejó.